Otro año más que termina, y cerrare este año hablando de como a veces es difícil entender que lo realmente vivimos es amor y más cuando estamos alrededor de un fenómeno al parecer muy normal llamado "promiscuidad" cuando se tiene varias parejas sexuales, donde al parecer no existe un compromiso, las personas suelen divertirse, pero ante esta situación, cuando llega el amor, a veces ni los promiscuos se salvan de este; porque un día conoces a la persona que tiene esas cualidades deseadas, aunque estas también van acompañados de defectos que a veces el amor no nos deja ver, entonces la persona se enamora y este amor ciego hace que nos conformemos con alguien que no se parece a nuestra fantasía de la pareja ideal; y nos hace optimistas acerca del futuro de nuestro romance, aumentando de este modo la probabilidad de que realmente tenga éxito.
Leí que al parecer el amor es la solución al problema del compromiso, me pareció muy interesante cuando leí lo siguiente: "Si nuestra pareja se eligiera por razones racionales, podría dejarnos por las mismas razones racionales al encontrar a otra persona ligeramente más deseable de acuerdo con sus criterios «racionales». Se crea así el problema del compromiso: ¿cómo podemos estar seguros de que una persona seguirá con nosotros? Si nuestra pareja está cegada por un amor incontrolable que no puede evitar ni puede elegir, un amor por nosotros y por nadie más, entonces el compromiso no flaqueará. El amor es más fuerte que la racionalidad. Es la emoción que nos asegura que no dejaremos a nuestra pareja cuando tropecemos con alguien más deseable, al tiempo que indica a nuestra pareja nuestra intención y determinación de estar siempre con ella". Aunque también se dice que de sentido opuesto el amor puede ser la recompensa de resolver el problema del compromiso de una manera satisfactoria, es el opio del cuerpo y de la mente que nos anuncia que el problema adaptativo de selección de pareja, satisfacción sexual, devoción y fidelidad se ha resuelto con éxito.
Y es así como dejamos a un lado la vanalidad y superficialidad de una relación "entretenida", dejamos a los otros que hagan y deshagan a su antojo, pero nosotros nos dejamos envolver en este amor ciego y loco que consta de una gran atracción, la parte "química" del amor; intimidad, ya que es el vínculo que desarrollamos cuando compartimos con una persona pensamientos y sentimientos que no compartimos con nadie más, la confianza tiende a ser un componente esencial de la intimidad y por último compromiso, ya que es la promesa o decisión de seguir al lado de esa persona a pesar de los altibajos que pueda haber en la relación.
Y lo que hemos vivido antes, esas relaciones que aun no llegaban a concretar esa relación amorosa deseada nos ayudan a detectar la diferencia entre los sentimientos intensos y nuevos de la atracción física y la mayor intimidad que se asocia al hecho de estar enamorado, lo que me recuerda cuando escuchaba aquellas frases de afortunados los que han sufrido un desamor porque conocerán el amor o afortunados los tristes porque ellos conocerán la felicidad, y así es cuando uno quiere y decide permanecer junto a esa persona como pareja en el futuro a pesar de cualquier cambio o desafió que pueda plantearse la vida ya que aunque la intensidad pasional del principio se puede atenuar, es sustituida por un profundo vínculo afectivo, donde se desarrolla más intimidad con la pareja, donde entra más el dar y recibir, expresar sentimientos y escuchar y apoyar. De este modo, la relación se va convirtiendo gradualmente en un lugar para la comunicación, la confianza y el apoyo mutuo, donde uno sabe que el otro estará allí en los malos momentos y ambos se sienten aceptados y valorados por lo que son.
Y es así como dejamos a un lado la vanalidad y superficialidad de una relación "entretenida", dejamos a los otros que hagan y deshagan a su antojo, pero nosotros nos dejamos envolver en este amor ciego y loco que consta de una gran atracción, la parte "química" del amor; intimidad, ya que es el vínculo que desarrollamos cuando compartimos con una persona pensamientos y sentimientos que no compartimos con nadie más, la confianza tiende a ser un componente esencial de la intimidad y por último compromiso, ya que es la promesa o decisión de seguir al lado de esa persona a pesar de los altibajos que pueda haber en la relación.
Y lo que hemos vivido antes, esas relaciones que aun no llegaban a concretar esa relación amorosa deseada nos ayudan a detectar la diferencia entre los sentimientos intensos y nuevos de la atracción física y la mayor intimidad que se asocia al hecho de estar enamorado, lo que me recuerda cuando escuchaba aquellas frases de afortunados los que han sufrido un desamor porque conocerán el amor o afortunados los tristes porque ellos conocerán la felicidad, y así es cuando uno quiere y decide permanecer junto a esa persona como pareja en el futuro a pesar de cualquier cambio o desafió que pueda plantearse la vida ya que aunque la intensidad pasional del principio se puede atenuar, es sustituida por un profundo vínculo afectivo, donde se desarrolla más intimidad con la pareja, donde entra más el dar y recibir, expresar sentimientos y escuchar y apoyar. De este modo, la relación se va convirtiendo gradualmente en un lugar para la comunicación, la confianza y el apoyo mutuo, donde uno sabe que el otro estará allí en los malos momentos y ambos se sienten aceptados y valorados por lo que son.
La pasión y la atracción que la pareja experimentó al principio de la relación no desaparecen. Sólo evolucionan o varían. En las relaciones sanas y duraderas, las parejas a menudo se dan cuenta de que la pasión intensa viene y va en diferentes momentos de la relación. Pero la intimidad siempre está ahí.... y así es como yo logró entender que lo que vivo día a día es un gran amor que espero que me acompañe el próximo año y todos lo que le siguen.
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