Yo no quiero decirte lo que siento
porque quizá; ni siquiera yo lo sepa.
Solo se que algo me palpita dentro,
algo que me apena, me lastima y me desvela
y que tiene mi alma lastimada.
No pienso hablarte de mi melancolía
porque no la entenderías, no sabes del amor.
No sabes que tan largo puede ser el día,
cuando duele en el alma el desamor.
Sin embargo no quiero inspirarte compasión
ni quiero de amor una limosna.
Es una parte de mi la que pregona
y está enferma de amor por ti.
Si supieras como duele la existencia,
cuando se pierde el motivo de vivir;
lo que cuesta ganar una experiencia
cuando se vive, pero se deja de sentir
cuando la vida parece alcanzar su fin,
cuando se tiene todo aún de madrugada,
cuando se despierta y no se tiene nada...
Cuando se cae como estrella en el confín
y uno se pierde en este inmenso infinito.
Si sufrieras la mitad de lo que sufro
y te ahogaras en un mar de desolación;
que te consumieras igual que me consumo
y que no tuvieras más aliento ni razón;
que sintieras la añoranza del amor,
prisionera del pesar y de la pena;
verías desmoronarse cual arena
el castillo de la esperanza y la ilusión.
Mis palabras quizá; no te conmuevan,
al hablarte no es ese mi objetivo.
Solo quiero que sepas y lo sepan
que nada espero de ti ni del destino.
Un obstáculo has sido en mi camino
que de momento me impedía caminar,
pero tengo alas y aún puedo volar.
Me voy de ti, te dejo con mi ausencia,
en busca de una nueva oportunidad.
Soy feliz y si miras en mi rostro llanto
mis lágrimas son de dicha y felicidad.
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